Caracas. – La multinacional Telefónica, uno de los principales actores globales en telecomunicaciones, está acelerando su retirada de gran parte de América Latina, pero sorprendentemente ha decidido mantener e incluso expandir su presencia en Venezuela, donde actualmente invierte 500 millones de dólares en el desarrollo de redes móviles de 4G y 5G.
Un repliegue estratégico
De los 12 países latinoamericanos donde tenía operaciones, Telefónica ha cerrado o está en proceso de cerrar sus negocios en Argentina, Perú, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Guatemala, El Salvador, México, Chile, Uruguay y Ecuador. Este proceso de desinversión ya ha generado ingresos por 4.200 millones de euros, con expectativas de sumar otros 3.700 millones de euros.
La venta más reciente se concretó en Perú, donde Telefónica formalizó la liquidación de su filial con la argentina Integra Tec por un precio simbólico de 900.000 euros, aunque asumiendo una deuda de 1.200 millones de euros.
Inversión sin precedentes en Venezuela
En un giro que ha sorprendido a analistas, Venezuela se mantiene como la única operación activa de Telefónica en la región, fuera de Europa y su participación en China. La inversión de 500 millones de dólares tiene como objetivo modernizar su infraestructura móvil, tras haber ganado la subasta de frecuencias para los servicios de 4G y 5G, una apuesta que marca un hito en el sector de las telecomunicaciones del país.
Esta decisión podría interpretarse como un indicio de confianza en las perspectivas de crecimiento del mercado venezolano en materia de conectividad, así como una estrategia para consolidarse en un entorno de menor competencia.